sábado, 1 de agosto de 2020

Terapia Animal: la nueva forma de re-inventarse





El Covid, no sólo ha hecho que las empresas se reinventen; también las personas, quienes van cambiando de parecer, de pensar, sentir, adaptándose a las nuevas formas de convivir, no sólo con personas sino con animales. 


Todo empezó con una prima que llegó a la casa con una historia de unos gaticos abandonados en un lote, la tía le contó a sus hijos quienes sin dudarlo le dijeron que llevara uno para casa. ¿Yo? Se preguntaba ella, una mujer que nunca antes había tenido animales, cuidando de un gato, no, eso no podía ser, pensaba… Ella, simplemente se lo llevaría a uno de sus nietos y fin de la historia. Pero no era así.  

Ella, ya se había amañado en sus zapatos, se había acomodado tanto a su nueva dueña que le había robado más de un suspiro, una sonrisa y cientos de momentos capturados no sólo por su celular, ni por sus ojos, sino por lo más importante: su corazón. Aquel que por años había reprimido de uno de los más puros y sinceros sentimientos de amor, el de un animal. Si, Kyra, la misma que la cuarentena le había dado la oportunidad de conocer y que en tan poco tiempo le había enseñado lo que ningún humano había podido.

Ya no era una simple gata, era su compañera fiel, la del café de las mañanas, la que al levantarse le daba el primer: buenos días, la que la buscaba con insistencia, porque era su mundo, su todo. 

Aquella amistad quedó en su memoria, grabada en lo más profundo de su alma, demostrando que el amor a primera vista puede que no exista, pero sí que una amistad se construye en muy poco tiempo y que una peluda de 4 patas es tal vez una de las mejores cosas que pueden pasar en nuestras vidas. 

Aunque Kyra murió al poco tiempo, logró su objetivo con la tía: crear conciencia y ayudar a que más gaticos como ella encuentren hogar.  Actualmente van siete gaticos (adoptados) que dejaron de estar en el olvido, para seguir cambiando la vida de otros seres… 

Por María del mar Niño Romero
@maricienta8511

jueves, 30 de julio de 2020

Maudie: el color de la vida

Maudie: El color de la vida
 
 Maudie: el color de la vida


La pandemia sigue causando estragos, pero siempre hay una luz. Y una de las mejores formas de cambiar la perspectiva de las cosas siempre será el cine. 

Esta semana les comparto Maudie, un filme que relata la increíble historia de Maud Lewis, una artista canadiense quien logró salir adelante a pesar de los prejuicios de su familia. Esta hermosa aventura cuenta con la participación de dos reconocidos actores: Sally Hawkins y Ethan Hawke. Bajo la dirección de la irlandesa Asling Walsh.

Por: María del mar Niño Romero
@maricienta8511



Nadie sabe que estoy aquí



Jorge García (Nobody knows I´m here) 


Nobody knows I´m here


El confinamiento sigue regalándonos joyas cinematográficas cada semana. Esta vez llega desde Chile, su protagonista es Memo un hombre que se aparta del mundo por todos aquellos miedos que aún no ha podido superar y que nos mostrará cómo la justicia prevalece ante la adversidad.


Este aplaudido filme cuenta con la participación de Jorge García, más conocido por su actuación en Lost y quien da vida a Memo, acompañado de la actriz Millaray Lobos, quien interpreta a la singular Martha. Finalmente es necesario resaltar que la película ganó  el premio de  mejor director narrativo en el Tribeca Film Fest de 2020 con Gaspar Antillo. 


Por: María del mar Niño Romero
@maricienta8511




viernes, 17 de julio de 2020

La fecha NO importa!







Perdón por tanto COVID, pero analizando un poco la situación traigo a colación una experiencia que me pasó con mi hija de 4 años, una protagonista más de este confinamento.


Hace unos días, la verdad varios meses, ella hizo un dibujo, me lo mostró, y le dije: “Qué lindo dibujo ¿Cuándo lo hiciste? A lo que ella respondió (sin dudar): mañana...


La verdad lo primero que hice fue soltar una carcajada y llamar a la tía para comentarle lo sucedido… Ella también se rió por lo que había pasado. Sin embargo al finalizar la llamada, me quedé pensando en que los niños, en ocasiones no tienen la noción del tiempo, ellos simplemente se dejan llevar por lo que de una u otra manera vean a sus alrededor. 


En estos momentos en que el tiempo puede ser un aliado o nuestro peor carcelero, es mejor tener el pensamiento de un niño, sin importar el tiempo; si es ayer, hoy, una semana, un mes. No deberíamos afectarnos tanto, olvidando por un instante las horas, las fechas, creo que es mejor darle importancia a lo que tenemos en casa, a lo que las circunstancias nos ha permitido valorar y poder decir con certeza: MAÑANA!!


Por: María del mar Niño Romero
@maricienta8511

jueves, 7 de mayo de 2020

La labor de mamá durante el COVID 19




Por cierto, ¿qué más de las madres en estos días de COVID 19? donde el estrés hace de las suyas por la falta de tiempo. Sí por increíble que parezca hay millones de madres en este momento que doblaron sus tareas: del hogar, trabajo, estudio y cuidado de los niños, todo en un solo paquete y dentro de cuatro paredes o menos.


Esperamos que este día de las madres sea el más creativo, porque la verdad es el más ESFORZADO y significativo de todos los tiempos.

Y unos dirán: pero las mamás de antes tenían más hijos. Sí, pero eran en escalera y los mayores ayudaban a cuidar de los menores  ¿y ahora? 

Ahora las mamás cuidan de los menores, mayores y del padre "por si las moscas". Este tema algido o no, es simplemente una realidad, por ahora lo más importante es "sacarla del estadio" ¿y cómo? 


Fácil, sean creativos, no necesitan plata, o dinero, recuerden que a las mujeres se nos conquista por el oido. Sí, la imagen no es nuestro punto débil a diferencia de otros, las palabras sí. 

Porque las mamás necesitamos cuatro cosas para estar bien: que nos escuchen, que nos dejen tomar decisiones, que NO nos lleven la contraria y que en los días especiales nos dén un detalle.

Si tan simple como el sólo  hecho de que usted le pregunte a su esposa, cómo está y la escuche. El ejercicio de escuchar es algo que no tiene precio, hace que las mujeres nos sintamos estimadas, queridas, tenidas en cuenta.

Por María del mar Niño Romero 

@maricienta8511
@Reciclagemdomar








lunes, 13 de enero de 2014

Querido 2014: empezamos bien, ya no peso 69 sino 73!


Después de un diciembre lleno de natillas, buñuelos, hallacas y comida propia de la época, me dí a la penosa tarea de pesarme. Una de las pesadillas de los primeros días del año, que toda mujer siempre hace, una especie de ritual doloroso, que nos acerca a la realidad femenina: el peso o el resultado de aquellos excesos y extrañas combinaciones culinarias que se hacen visibles 15 días después.

Ahora bien, yo pesaba 69 kilos el 12 de diciembre del año pasado y ayer 12 de enero de 2014 decidí pesarme y corroborar que mi peso es de 73. Cuatro kilos que me hacen infeliz, teniendo en cuenta que yo, no soy delgada, sino “trosudita” que llaman, de las que no tenemos cintura sino unas caderas grandes que gracias a Dios, intentan reafirmar algo en la mitad llamado disque cintura y que mi estatura también me ayuda, ya que mido 1.67 (claro si le preguntamos a la cédula mido 1.70).  Aunque nunca llegué a pesar 50 kilos, ni por las curvas, si lo deseaba con locura, al ver cientos de estudiantes de mi edad con cuerpos esculturales únicos, que sin necesidad de esfuerzo, ni dietas rigurosas, siempre se veían bien.


Finalmente, con el resultado del fin de año, he tomado la determinación de olvidarme de las harinas, dulces y toda clase de tentación que se le parezca, porque, aceptémoslo, si estoy gorda, no como aquellas que son exageradas y suben un kilo teniendo en cuenta que pesan 45. NO, yo soy realista, mi cuerpecito es un mundo de 67 kilos generalmente y que si regresamos al pasado, a la época de la universidad era de 60-65 kilos máximo pero ahora todo ha cambiado, el tercer piso ya está a la vuelta de la esquina y bajar de peso no es mi fuerte, pero tampoco imposible. 

Por: María del mar Niño Romero
@maricienta8511

martes, 19 de noviembre de 2013

Matrimonio ¿utopía o realidad?




Para una mujer como yo, el casarse con un hombre es algo casi imposible, pero hoy les contaré como se hizo realidad. Después de tantos “ires y venires”, Dios escuchó mis plegarias y me dio el hombre indicado, Sergio, un ser humano, único con el que llevé a cabo esta gran hazaña: el matrimonio soñado por toda chica, menos el mío, en Cartagena.

La pedida de mano

La propuesta de matrimonio fue tan sólo  tres meses después de nuestro reencuentro, un día después del matrimonio de mi hermano. Sergio, pidió mi mano un poco mareado y sucio (teniendo en cuenta que no se había bañado aún y era medio día en Villavo). Mi mamá antes de entregarle el anillo, le dijo: Sergio, está seguro? Usted aún está borracho... El simplemente la miró y le dijo claro que si estoy seguro y no estoy borracho, doña Lucero.

Yo a diferencia de lo que alguna vez me había imaginado, estaba “desentendida” de la situación, simplemente mis hermanos me habían dicho que me arreglara, porque doña Lucy iba a dar unas palabras. Hecho que tomé sin la menor importancia, pero con el craso error de irme casi en pijama al kiosko, donde todos sabían lo que estaba pasando, menos yo… Lo único que había notado un poco extraño era la actitud de Sergio, quien tenía en su mano el micrófono y no doña Lucy.

Empecé a dudar y a sudar un poco, cuando escuché de sus labios decir: buenas tardes a todos, quiero que Maria del Mar, me acompañe, ven amor por favor, yo ya estaba más que nerviosa, estaba roja completamente y decía no por favor, al llegar a donde estaba mi novio, le empecé a decir no, Sergio! porqué así? Mírame y el simplemente me miró, se arrodilló y me dijo: ¿Maria del Mar te quieres casar conmigo? Y sacó una caijta con el anillo de compromiso, yo no lo podía creer. Simplemente lo besé, me puso el anillo  en mi mano derecha, como tantas veces lo había deseado. Entre tanto mi familia y las personas que estaban allí estaban felices, aplaudieron y empezaron a abrazarnos y a felicitarnos.

Mis tías me abrazaban y me decían al oído “ mamita, Sergio es todo un caballero”, yo las miraba y les agradecía, la razón de estas frases, era que Sergio había bailado y conversado toda la noche anterior con mi mamá y cada una de mis tías.  


29 De junio en Cartagena

Días después definimos la fecha y el lugar donde nos íbamos a casar, a mí la verdad, casi me da un infarto. Yo soy una persona optimista, pero creo que mi novio me gana, su actitud y sus sueños hacen que vaya “en una nube voladora”, que sin mentirles, en ocasiones debo bajarlo “a punta de piedra”. Palabras más palabras menos, considero que en toda pareja siempre hay soñadores, pero también hay realistas, como yo, que hacen que una pareja se complemente. Siempre se ha dicho que la vida de un ser humano es más feliz con los sueños de cada uno, pero también es necesario un poco de sensatez, porque para hacer realidad un sueño hay todo un proceso, un camino, en ocasiones fácil, en ocasiones difícil.




Oh Dios mío, pensaba yo “nada más ni nada menos que La Heroica”, en donde una simple humana como yo, tendría que esforzarse y ahorrar demasiado para hacer el sueño de su amado realidad. Aquí a diferencia de todos los cuentos de amor y de princesas, el novio, anhelaba toda su vida, casarse de blanco y en la playa, podrían imaginar mi cara… Yo en mi cabeza había montado todo un plan de ceremonia en una finca cerca a Bogotá, al estilo de mi hermano, un poco más acorde con la “situa económica”. Porque seamos realistas, en Colombia pensar en casarse en un paisaje tan exótico como la ciudad amurallada es una completa UTOPÍA aún más viviendo en la capital!

Sin embargo, seguimos conversando con mi novio y desarrollando la idea, que para mí era totalmente lejana, pero Sergio, es un hombre perseverante al que un no, le resulta un SI. Esa misma semana empezamos a conversar con todos los implicados. Primero las familias, había más de uno en desacuerdo, “el matrimonio es un paso importante, piensen bien, sean realistas y consulten primero con el bolsillo”…

En mi casa, mi papá, al igual que yo, estaba aterrado con la idea, pero “nos siguió la corriente”, como todo buen contador, sacó su calculadora del bolsillo, un esfero y empezó a analizar las cifras. Hizo un presupuesto teniendo en cuenta los gastos del matrimonio de mi hermano y nos iba aconsejando.

“La perla”

Semanas más tarde, decidimos hacer más público nuestro compromiso, hicimos una comida invitando a unos amigos de mi prometido, para darles la buena noticia, yo aún continuaba indecisa y era un poco pesimista, pero una frase al finalizar la reunión y al despedirnos me impulsó profundamente a tomar una decisión “con toda”. Bueno gorda, la verdad nos avisan para saber si viajamos a Cartagena o nos vemos en Fusa”… Qué tal “la perla”? Imaginen mi cara, al cerrar la puerta. Pues señoras y señores, esta frase revolucionó todo mi pensamiento y cambió por completo mi actitud, la boda se haría en Cartagena el 29 de junio si o si. Sergio atónito me miró y yo le dije: nos casamos en Cartagena y punto!

Viajamos más de tres veces a Cartagena, aproveché todos los puentes y promociones “habidas y por haber” en Internet, desde estadías, vuelos etc. Sin embargo, hubo cuatro almas caritativas, quienes nos tendieron la mano y nos ayudaron a coordinar, revisar, analizar todo, cada detalle, con paciencia, con amor y lo más importante con dedicación. Nuestros padrinos de boda y dos de sus familiares quienes vivían en La Heróica, atendían nuestros llamados sin importar la hora o el día. Gracias a ellos conseguimos un organizador de bodas, quien tenía varios contactos que a su vez hicieron parte del evento. Con ayuda de todos nuestros familiares, sus presentes y regalos asombrosos llevamos a cabo el matrimonio.

Los detalles

Los preparativos de la boda los iniciamos la primera semana de agosto de 2012. Es decir, contábamos con 10 meses, tiempo suficiente para organizar todo. Pero, no nos digamos mentiras, la última semana, todo puede pasar.

El vestido lo alquilé, pero con la gran ventaja que fue diseñado  a mi medida, es decir fui la primera en usarlo. El diseño lo conseguí en Pinterest. Los zapatos los mandé a hacer con un zapatero recomendado por el diseñador.

Mi novio, compró todo: su vestido y los  zapatos en una tienda normal. Las tarjetas de invitación las hizo mi hermana. La idea del diseño la escogimos entre Sergio y yo, con ayuda de Internet (una vez más).

El lugar donde se realizó el matrimonio fue en una playa en Manzanillo del Mar, la casa hotel que encontramos era perfecta, además de tener habitaciones para las dos familias de los novios, tenía el espacio para el evento y un bohío que quedaba enfrente del mar.

Los problemas

El estrés que una novia puede sentir es único y obvio no se comparte, es personal. Faltando una semana para mi matrimonio, me enteré que mi pastel de boda, no era el que yo quería. Que las flores que yo quería, tampoco se conseguían, dos dolores de cabeza que me generaron  varias noches sin dormir, discusiones y un gran problema, que pude solucionar 72 horas antes.

Mi prometido llegó un día antes de la boda, porque la compañía aérea le revendió el tiquete. Entre tanto  yo parecía un zombi, porque no había dormido nada la noche anterior pensando lo peor, que Sergio no iba a llegar. Finalmente llegó a Bogotá para abordar una hora más tarde el avión conmigo rumbo a Cartagena. Yo descansé al verlo.

La boda se llevó a cabo el sábado, fue una ceremonia civil en la playa. Más de setenta invitados, entre familiares y amigos nos acompañaron en el compromiso. Esa noche se fue la luz, no una sino dos veces, los invitados estaban tan felices por la comida y el lugar que no les importó, simplemente nos dijeron que les pareció romántico todo y que los apagones hicieron más mágico el momento. Sergio y yo no lo podíamos creer, al escucharlos hablar.

A la madrugada, cansada pero con “cara de ponqué”, la amiga de Sergio se me acercó para despedirse y una vez más cerró con broche de oro la velada y me dijo: “felicitaciones gorda todo te quedó divino, fue un matrimonio único”, yo al escucharla estaba más que feliz, estaba con mi familia, con el hombre que amo y con la satisfacción de haberlo logrado, gracias a Dios!

Por: Maria del mar Niño Romero
@mariadelmarnino
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