4:15 a.m. Mi gato me "levantó" (literalmente) de la cama. Abrí los ojos y percibí que estaba haciendo mucho frío, me dirigí a la habitación de mis "retoños" y mi hijo menor estaba mojado, lo levanto y lo llevo al baño, termina de hacer "chichi" y lo cambio de ropa, sin embargo tuve que llevarlo a dormir a mi cama. Salgo de la habitación sigilosa, pero mi gato me recuerda que está impaciente y que tiene hambre... Camino hacia la cocina abro la "lacena" y le sirvo su ración de las 6 de la mañana a las 4:30 a.m.
Pienso en regresar a la cama, pero ya no puedo, qué? pero si es festivo!! En el camino, me desvío y me quedo en el estudio, leo la Biblia, mi correo, abro una, dos, tres redes y termino haciendo las cosas que generalmente no puedo: escribir, estudiar, luego planeo, organizo, recuerdo mis metas y retomo mis objetivos.
6:00 a.m. Ya no tengo sueño, ya hice mi clase de portugués del día, sé que es festivo pero soy mamá y el tiempo no me alcanza, así que continuo aprovechando "mi cuarto de hora".
6:30 a.m. Escucho pasos, siento su olor, me descubrió! Qué hago corro o me escondo?, ya no tengo tiempo, el abre la puerta y me saluda con alegría. Me lleva con su mano al baño y al finalizar celebra con un taráaaa... Lo abrazo y lo felicito, vamos a la cocina y lo premio con leche en su vaso favorito. Pero, no es suficiente, me pide "muñequitos", yo accedo y me quedo con él en sus brazos, sólo porque es festivo!!
Escrito por: Maemar Niño Romero
Sígueme @maricienta8511
Si te gustó, compartelo, recuerda compartir es bueno y yo te lo agradezco MUCHO!!
